Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México

LA MUERTE DEL GENERAL ZAPATA
Y LA PRÁCTICA DE LAS EMBOSCADAS


Manuel González Ramírez

Presentación

El 10 de abril de 1919 fue asesinado en Chinameca, Morelos, el Caudillo de la Revolución del Sur, general Emiliano Zapata. Causó sorpresa la noticia y, sobre todo, saber cómo ese jefe había caído en una emboscada, víctima de la traición consumada por el coronel Jesús Guajardo, de las fuerzas constitucionalistas al mando del general Pablo González.

La felonía estuvo desarrollada con magistral precisión. Guajardo simuló un distanciamiento con su superior Pablo González, al mismo tiempo que hizo llegar a Zapata la noticia de que estaba dispuesto a pasarse a su bando. Desconfiado como era el Caudillo del Sur, puso a pruebas a Guajardo, las que éste supo sortear a satisfacción. El 9 de abril se realizó el acercamiento personal.

Al día siguiente, en ocasión de una visita de Zapata a Guajardo, el clarín que rindió honores al jefe fue al mismo tiempo la contraseña para disparar sobre él y sus acompañantes. Entonces la felonía se consumó en el ataque aleve.

Tres años con anterioridad a esos acontecimientos, el 22 de marzo de 1916, se inició una averiguación en la ciudad de México, específicamente ante el preboste general del Cuerpo de Ejército de Oriente, en contra del militar convencionista Vicente Navarro. Las diligencias a que se refiere la siguiente transcripción se relacionaron con las maniobras que pretendió llevar al cabo el general Navarro. Esto es, simular su rendición al Ejército Constitucionalista, captarse la confianza de don Pablo González, para atraerlo a una emboscada, apoderarse de su persona "y privar así al Ejército Constitucionalista de uno de sus más prestigiados jefes".

*

Sustancialmente la maniobra tuvo las mismas características de la que se le aplicó al general Zapata en 1919. La diferencia está en que la que pretendió realizar Navarro no tuvo éxito; en cambio la de Guajardo, sí.

Ahora bien la sorpresa que causan los dos acontecimientos aumenta, por cuanto Zapata cayó en la emboscada que le tendió Guajardo, que fue de la misma factura que habíase ideado en contra de Pablo González en 1916. Es verdad que casi no aparece el nombre del Caudillo del Sur en estas diligencias, y que fue el general Francisco V. Pacheco, secretario de la Guerra de los zapatistas, quien tuvo a su cargo la dirección de las manipulaciones. Pero desde luego resulta incomprensible que de tal empresa no se le hubiera dado conocimiento al jefe Zapata, duda que se borra al leer la comunicación del general Pacheco, dirigida a su jefe Zapata, dándole cuenta de la misión encomendada a Vicente Navarro. Por eso no es aventurado afirmar que Emiliano Zapata estuvo al tanto de lo que se pretendió hacer en 1916 con la persona de Pablo González.

Sorprendido en abril de 1916 Vicente Navarro, se iniciaron las diligencias de averiguación, al cabo de las cuales la orden de proceder fue redactada en los condenatorios siguientes términos:

C. General Comandante Militar de la Plaza

El suscrito asesor, en las diligencias practicadas por el C. preboste general del Cuerpo de Ejército de Oriente en contra del ex general convencionista Vicente Navarro, opina, salvo el más acertado parecer de usted que debe dictarse el siguiente proveído: Procédase desde luego contra Vicente Navarro por los delitos de rebelión y traición, de acuerdo con los artículos ciento cinco y ciento seis, fracción II, inciso A, de la Ley de Organización y Competencia de los Tribunales Militares. Remítase el expediente formado por el C. preboste, al C. juez instructor militar en turno, para que establezca el procedimiento respectivo, teniéndose el presente proveído como formal orden de proceder de acuerdo con lo dispuesto por el artículo setenta, fracción V, de la ley citada y los artículos treinta y cinco y treinta y seis de la de Procedimientos Penales en el Fuero de Guerra, dándose los avisos que previene el artículo cuarenta y cuatro de la citada Ley Procesal. Tengo el honor, mi general, de hacer a usted presentes mi subordinación y respeto. México 10 de abril de 1916. El coronel asesor: D. Cosío
Pinal.[ 1 ]

México, abril diez de mil novecientos dieciséis. Téngase como formal resolución el dictamen del asesor. Lo proveyó y firmó el C. general Francisco de P. Mariel, comandante militar de la plaza. Doy fe. Francisco de P. Mariel, [rúbrica]; después una firma ilegible. En la misma fecha se dieron los avisos de ley. Conste. [Rúbrica].

El asunto fue turnado al Juzgado Segundo de Instrucción Militar, adonde se recibió el 11 de abril de 1916, a las cuatro de la tarde. El mismo día once fue pedido el reo con las seguridades debidas, con objeto de que el 12 de abril se le tomara su declaración preparatoria. Para el 15 de ese mes se fechó la comunicación del director de la Penitenciaría dirigida al juez instructor, en la que se daba cuenta que el 12 salió a prácticas de diligencias Vicente Navarro Camacho y que hasta entonces no habían regresado ni custodios ni custodiado.

En el camino de la Penitenciaría a Santiago Tlatelolco se perdieron Navarro y los gendarmes que lo conducían al Juzgado Militar. Es fácil suponer que ante la gravedad de la acusación y la inminente perspectiva de la muerte por fusilamiento, Navarro optó por la fuga. Y a ella se dio el general convencionista para salvar la vida.


Averiguación

practicada contra el llamado general convencionista Vicente Navarro, por delitos de rebelión y de traición

Se inició: el 22 de marzo de 1916.

Se terminó: el 23 de marzo de 1916.

Tengo la honra de poner en el superior conocimiento de usted que por informes de una señora que vino de México, he sabido que el general Rafael Castillo y el coronel Secundino López se van a rendir, por lo que ya ordeno que se desarme al coronel López; y yo personalmente iré a enseñar a usted [ sic ] los oficios que obran en mi poder, relativos a dichas rendiciones.

Salúdolo afectuosamente.

Reforma, Libertad, Justicia y Ley
Puente Piedra, diciembre 1 o. de 1915


El general Vicente Navarro, al C. general de División, Francisco V. Pacheco
Presente

Estimado mi general V. Navarro:

Favor de venir allí en donde está la piaña; allí te espero sin falta.

Soy tu amigo

M. O. Campoamor


Mi muy predilecto amigo general Vicente Navarro:

Ya me vengo, aquí me espera. Sabe que soy su amigo. Y también me dice el señor José Riveron que desea cuanto antes esté usted al lado de nosotros. Salúdolo respetuosamente.

M. O. Campoamor


EJÉRCITO LIBERTADOR
DIVISIÓN PACHECO
BRIGADA P. VÉRTIZ

C. general de División don Francisco V. Pacheco
Cuartel General de Huitzilac, estado de Morelos

Hónrome en poner en el superior conocimiento de usted que por orden del C. general Vicente Navarro se efectuó un saqueo en la fábrica de Contreras. Dicho saqueo lo hicieron las fuerzas que operan en ese sector y vecinos del pueblo de San Nicolás Totolapam, en los días que yo estuve en éste, de manera que lo pongo en conocimiento de usted por si hubiere algún resultado. También me es grato decirle a usted que sé que el referido general está celebrando conferencias con un capitán carrancista apellidado Campoamor. Dichas conferencias no sé con qué objeto serán, lo que se rumora es que Navarro le ha prometido rendirse y tal vez con ese objeto viene el carrancista, en lo que no estoy de acuerdo porque se está acercando el enemigo y temo que, de un momento a otro, nos ataquen, por lo que desearía que usted le pidiera informes detallados del asunto, y le ordenara que no nos esté comprometiendo.

También digo a usted que me ordene qué hago con la gente, pues nos encontramos enteramente escasos de víveres y de dinero, pues ya van cuatro decenas que no tenemos sueldo y yo ya no hallo qué hacer por lo que suplico a usted me ordene qué es lo que debo hacer.

Lo que comunico a usted para su superior conocimiento y demás fines.

Reforma, Libertad, Justicia y Ley
Campamento en Manzanastitla, diciembre 6 de 1915
El general Pablo Vértiz



Ejército Convencionista
División Navarro

Al C. general Francisco V. Pacheco

Hónrome en poner en el superior conocimiento de usted que lo ocurrido de ayer 11 del corriente fue sin consecuencia de la gente del general Pablo Vértiz, pero ya se calmaron los ánimos; voy a hacer lo posible el mismo sacrificio de mi vida para sostenerlos y mándeme usted la autorización que me iba usted a mandar y mándele usted un oficio a Pablo Vértiz para que contenga su gente y no nos eche a perder nuestros negocios; lo que le suplico a usted atentamente; ya los muchachos que se llevaron ya llegaron. Lo que tiene Pablo Vértiz y su gente es pura envidia y yo no quiero que se metan en nuestros asuntos porque es una gente que no entiende.

Reforma, Libertad, Justicia y Ley
El general Vicente Navarro
Diciembre 12 de 1915.



[Un sello que dice:]
Secretaría de Estado y del Despacho de Guerra y Marina

Al C. general Vicente Navarro
Su campamento en donde se encuentre

Recibí su comunicación en la que me dice haber calmado los ánimos respecto al tiroteo que tuvieron en día de antier quedando enterado de que la gente del general Vértiz es quien provocó dicho conflicto, pues ya me dirijo al general Pablo Vértiz a fin de que acate a sus soldados para que libremente pueda usted tener conferencias con el enemigo y para el efecto ya le doy instrucciones a dicho general para que esté únicamente a la expectativa en este caso, así como también procuro caminar con las precauciones debidas para que no entregue la gente en un acecho que el enemigo quiere intentar, en contra de nuestras fuerzas.

Lo que comunico a usted para su exacto y debido cumplimiento.

Reforma, Libertad, Justicia y Ley
Cuartel General de la División, Huitzilac, Morelos, diciembre 13 de 1915
El general de División, ministro de Guerra y Marina

Nota. Encarézcole que este oficio no se lo muestre al enemigo.



Ejército Convencionista
División "Navarro"

Tengo la honra de poner en el superior conocimiento de usted que conferencie con los carrancistas y concediéndome todo yo les dije todo lo que usted me dijo y fueron a dar parte. Por aquí está el paso libre a México, y me dicen que todo lo que yo quiera me concederán, y ya que eso, me les voy a meter bonito para que no nos ataquen. Quiere también hablar Pablo González conmigo; mi general voy a hacer lo posible, no tenga usted cuidado ya le estaré comunicando todo. Le mando a usted otras cartas que me han mandado. Salúdolo a usted respetuosamente.


El general Vicente Navarro

Y quiero que me dé usted instrucciones si dejo bajar la gente al pueblo.



Al C. general Vicente Navarro
Su campamento en donde se encuentre

Enterado de su atenta carta en la que se refiere a la conferencia que ha tenido con el enemigo, que enterado de ella, asimismo recibí las otras cartas que le han mandado recientes; pues de todo ya sale una comisión que para el efecto mando dar cuenta al general Zapata con un informe detallado.

Por otra parte quedo enterado de que el general Pablo González desea hablar con usted pues mucho gusto me daría que pusiera usted con su gente una buena celada, a fin de que por engaños de que yo estaba allí, los sacara para un lugar en donde se les pudiera hacer algo, de lo cual alcanzaría usted el verdadero premio que en realidad merece.

Asimismo he visto que hoy más que nunca ha desempeñado su papel de un hombre honrado y desinteresado a la causa, se ha portado con el derecho que lo caracteriza, con un valor civil que necesitan los hombres de honor, y del temple de usted hay pocos; pues bien usted ha visto que yo siempre he tenido conferencias con los enemigos del pueblo y jamás me han sugestionado sino que siempre he salido triunfante y con avante en favor de la causa, así es que espero de usted no se deje sugestionar de las falsas promesas que hacen con el fin de que se pase al lado de ellos. Por otra parte, perfectamente usted ha visto lo que les ha sucedido a los pelones que, no teniendo ningún espíritu, se han pasado al enemigo y de ese hecho se han perdido con su traición, por consiguiente no le vaya a entrar la cobardía enamorado de sus promesas del enemigo y después sea tarde su reelección; antes por el contrario he visto su hombría y su valor que ha demostrado al enemigo, de lo que calurosamente lo felicito.

Procure que caigan en sus manos el general Pablo González y el citado Miguel Cortés Ordóñez, y verá cómo yo soy el primero en premiar sus buenos servicios, el momento de prueba para los hombres en éste y espero que usted dé ejemplo a sus compañeros.

Y lo comunico a usted para su exacto y debido cumplimiento.

Reforma, Libertad, Justicia y Ley
Cuartel General de la División Huitzilac, Morelos, diciembre 15 de 1915
El general de División, ministro de Guerra y Marina


Al C. general Francisco Pacheco

Tengo la honra de poner en el superior conocimiento de usted de haber recibido una carta del general Pablo González, de la que le adjunto a usted copia de dicha carta. Hoy salgo a las cuatro de la tarde a conferenciar con él hasta Mixcoac.

Ya le comunicaré los resultados.

Tengo el honor, mi general, de hacer a usted presente mi subordinación y respeto.

Reforma, Libertad, Justicia y Ley
El general Vicente Navarro


[Al margen] Ejército Convencionalista
División "Navarro"

Mixcoac, 14 de diciembre de 1915.

Señor general D. Vicente Navarro
Donde se encuentre

Muy señor mío:

En contestación a la carta de usted que fue puesta en mis manos por los delegados que se sirvió enviar a éste, le manifiesto que este gobierno está en la mejor disposición para tratar con las fuerzas que hasta ahora han sido enemigas del gobierno, a cuyo afecto ya libro las órdenes necesarias para que el sector que está frente a la gente de usted suspenda toda clase de hostilidades, debiendo usted por su parte ordenar a sus fuerzas no cometan ningún acto que traiga como consecuencia el rompimiento de las negociaciones que se están llevando a cabo.

Si usted personalmente desea conferenciar conmigo, espero me lo indique para extender los salvoconductos necesarios así como si usted desea entrar desde luego al terreno dominado por nuestras fuerzas, necesita usted comunicármelo con el conducto más rápido para que este Cuartel General ordene a sus fuerzas no molesten a ustedes en su entrada al lugar que previamente se señale.

Sin otro particular, quedo de usted afectísimo atento seguro servidor

P. González [rúbrica]

Copia del original.


Campamento Puente Tabla

Señor C. general de División Francisco V. Pacheco

Hónrome en poner en el superior conocimiento de usted que con la presente fecha está acordando una conferencia con el C. general Pablo González. Ya le comunicaré a usted los resultados.

Protesto a usted mi atenta consideración y respeto.

Reforma, Libertad, Justicia y Ley
General Vicente Navarro
A los quince días del mes de diciembre de 1915.



[Al margen:] Ejército Libertador
División Pacheco
Brigada P. Vértiz

C. General de División D. Francisco V. Pacheco
Cuartel General en Huitzilac, estado de Morelos

En contestación a su atento oficio de usted que con fecha 3 de los corrientes me dirigió, digo a usted lo siguiente: que tal vez lo han sorprendido a usted con decirle que, por violencia de la gente que es a mi mando, el enemigo avanzó terreno tomando nuestras posesiones, pues a usted le consta que el tiempo lo tenemos cerca y que constantemente nos está tiroteando, pues es del todo imposible que mi gente lo ataque desde el momento que no tiene nada de parque para resistirlo, de manera que bien entiendo que lo hacen por granjearse las simpatías de usted y calumniarme, pero estoy tranquilo de cumplir con todo lo que se me ordene, así también la gente que es a mi mando, lo único que digo a usted que si el enemigo viene a atacarme no permitiré que por complacer las dichas conferencias que el general Navarro está celebrando, destruir a mi gente, porque usted sabe lo que hemos trabajado aquí y no considero justo que por pláticas bien o mal entendidas acaben con nosotros. Con respecto a lo que me ordena usted en la misma orden ya sabe usted que mi mayor gusto es acatar sus respetables órdenes.

Lo comunico a usted para su superior conocimiento y fines que estime convenientes.

Reforma, Libertad, Justicia y Ley
Campamento en Manzanastitla, diciembre 15 de 1915
El general Pablo Vértiz

Nota. C. general deseo tenga usted la bondad de que libre sus respetables órdenes a fin de ver si puede pasar a este campamento un doctor o al menos un practicante para que se encargue de la curación de varios heridos que se encuentran en ésta y que están de gravedad, entre ellos el mayor Isaac Martínez, a quien hirieron en el combate de San Bartolo. Debo advertir a usted que nosotros estamos dispuestos a pagarlo lo de su trabajo y ministrarle sus alimentos. Como no dudo la buena acogida que usted dará a mi súplica, me es grato anticiparle las más cumplidas gracias por tan digno favor.


Al C. general en jefe Emiliano Zapata
Jefe Supremo del Ejército Libertador
Tlaltizapán, Morelos

Apreciable y distinguido compañero:

Me es altamente honroso comunicar a ese Cuartel General de su mando, por conducto del C. teniente coronel Miguel C. Morales, las noticias respecto a una conferencia del general Vicente Navarro tiene con el enemigo, de lo cual estoy al tanto de eso y al efecto le remito a usted copia de unos documentos que he recibido. Los cuales le han sido enviados al C. general Navarro en su campamento, en los cuales verá usted los tantos prometimientos que los enemigos del pueblo le hacen para que éste se rinda; pero hasta la fecha ha permanecido fiel a nuestra causa y ha estado cumpliendo con su deber como militar.

Por lo tanto, él continuamente está en comunicación directa con esta secretaría de mi cargo, y al mismo tiempo le he dado instrucciones para que por los medios que estén a su alcance, procure hacerles una traición y salir avante en su empresa; pues para este caso lleva amplias instrucciones el portador para que verbalmente lo informe acerca de este asunto, de lo cual espero la opinión de usted.

Al mismo tiempo, le adjunto a usted una lista de los regimientos que componen mi división, y considere si, con $10 000.00 que le dan a mi pagador, es suficiente para sostener ese número de hombres, pues yo soy enemigo de los hombres que sacan dinero sin tener gente.

Aprovecho esta oportunidad para hacerle a usted presente mis afectos de compañerismo y fidelidad.

Reforma, Libertad, Justicia y Ley
Cuartel General de la División de mi mando
en Huitzilac, Morelos, diciembre 15 de 1915


[Un sello que dice:] República Mexicana
Ejército Libertador
División Pacheco

Al C. general Vicente Navarro
Su campamento

Por disposición de esta superioridad se servirá usted decirle al enemigo si es que tiene ya arreglado que si trata de una manera franca y positiva se retiren desde luego a sus antiguas posiciones que antes tenían y los nuestros se posesionen de las que tenían antes, procurando ponerles un plan para que nuestras fuerzas avancen terreno; pues he tenido conocimiento de que el enemigo en lugar de dichas conferencias como dice él está ganando terreno quizá tal vez con algún fin y no sea que a los nuestros les pongan un plan sin que después lo podamos evitar.

Asimismo espero que me rinda informe de lo que haya arreglado en sus tratados que tiene, pues es necesario que me tenga al tanto de ello; encárgole que cumpla con las instrucciones que lleva y no sea que le hayan puesto a usted una red bien tendida.

Repito que, su comportamiento de buen revolucionario, de hombre fiel, lo premiaré en sus hechos el día de mañana, y yo seré el primero en darle su merecido premio que le corresponde siempre que se porte con honradez y lealtad como hasta la fecha lo está haciendo, esperando que de sus conferencias salga hecho un héroe.

Lo que comunico a usted para su exacto cumplimiento.

Reforma, Libertad, Justicia y Ley
Cuartel General de la División, Huitzilac, Morelos, diciembre 16 de 1915
El general de División ministro de Guerra y Marina



[Un sello que dice:] República Mexicana
Ejército Libertador
División Pacheco

Al C. general Pablo Vértiz
Su campamento

En contestación a su atento oficio de fecha 5 del que cursa, en la que me da cuenta del resultado que tiene por las conferencias que está celebrando el general Navarro, debo manifestar a usted que debe seguir las instrucciones que le he dado a fin de que si el enemigo intenta avanzar sea atacado, pues para tal objeto ya me dirijo al C. general Navarro a fin de que él arregle con el enemigo para que si tratan de buena fe, como se ha dicho, inmediatamente se bajen a sus antiguas posiciones que ellos tenían y ustedes bajen a donde estaban, ya repito que usted no se mezcle en los asuntos de las susodichas conferencias, lo único que debe hacer es estar a expectativa con el fin de que no caigan los nuestros en alguna traición por el enemigo y procure usted estar al tanto de lo que haya.

Referente al parque que me pide, tengo la pena de no mandarle nada, porque no tengo ni un solo cartucho, pero ya sale para la fábrica de Atlahuayán hoy una comisión con el objeto de conseguir algo, y tan luego como se me mande le notificaré para que mande por algo.

Lo que comunico a usted para su exacto cumplimiento.

Reforma, Libertad, Justicia y Ley
Cuartel General de la División, Huitzilac, Morelos, diciembre 16 de 1915
El general de División ministro de Guerra y Marina


[Al margen:] Ejército Convencionista
División "Navarro"

Puente Tabla, diciembre 22 de 1915.

Señor general don Francisco V. Pacheco
Presente

Mi general:

La presente la pondrá en sus manos el coronel Epigmenio Enríquez, el cual tratará con usted ampliamente el asunto que tenemos entre manos, pues le repito me es imposible ir.

Ruégole asimismo conceda al referido coronel el grado inmediato, pues es hombre de mi confianza a quien dejo al frente de la gente que dejo. Esperando se digne usted obsequiar mis deseos.

Reitero a usted mi subordinación y respeto.


El general Vicente Navarro


Al C. Coronel Epigmenio Enríquez
Su campamento en "Agua de Cadena"

Por disposición de este ministerio de mi cargo se servirá usted, inmediatamente que reciba la presente, presentarse inmediatamente a esta superioridad, para tratar con mejor acierto sobre el asunto que tiene en manos, respecto a la carta que me remitió y que le dejó el infidente ex general Navarro, así como para que informe verbalmente sobre el dicho asunto de lo que la carta dice y darme cuenta exacta de los acontecimientos que sucedieron con la rendición de ese inmediato jefe, para asimismo estar al tanto y dar cuenta de todo esto al Cuartel General del Sur; esperando que lo haga a la mayor brevedad. Lo que comunico a usted para su exacto cumplimiento.

Reforma, Libertad, Justicia y Ley
Cuartel General de mi División, Huitzilac, diciembre 29 de 1915
El general de División, ministro de Guerra y Marina

Número 504



Al C. general Genovevo de la O
Su campamento en donde se encuentre

Estimado compañero:

En vista de los demás jefes que estuvimos ese día en que el jefe carrancista Pablo González, vino a conferenciar con nosotros y al no haberse acercado al lugar que yo escogí, acordamos entre todos los jefes que los amonestáramos primero para ver si después entraban al punto indicado y darles un golpe.

A hoy le he contestado de nuevo, llamándole al mismo punto por un tren que ellos traigan y formarle un plan como lo hicimos ese día, y si posible es con más fuerzas, a fin de que al traer bastante gente ellos, nosotros también les formaremos un plan que todo el pedregal de "Parres", para que al llegar dicho tren se hará que avance hasta al pie del Cerro de la "Cima", lugar de donde serán capturados; pero si no se acercan, ya tomaremos las medidas más convenientes para lograr siquiera al exterminio de los jefes enemigos, y rompiendo el fuego simultáneo, debiendo nosotros acordar todos los jefes que para ese día se haga un ataque general, desde Chalco toda esa región de "Tulmiac", Milpa-Alta, la Cima, "Horno Viejo", "Agua de Pájaro", Xalatlaco, Cuatepec y demás puntos, con el objeto de que no nos carguen refuerzo.

Me anticipo con esto, compañero, si a bien lo tiene, reúna toda su gente el domingo 5 del corriente en el lugar de la "Cima", para que el lunes a buena hora se disponga toda la gente dándole las instrucciones debidas, que acordemos nosotros los jefes; ya le contesto que para ese día venga González para recabar asuntos y, en caso de que éste no venga, entonces se fraccionarán las fuerzas para atacarlos, de lo que espero que tenga a bien aceptar mi proposición. Ya sabe compañero que conmigo no hay tracción [sic], y como principiantes que fuimos usted y yo, debemos caminar siempre unidos y con la mayor conformidad; espero así pues su respuesta de enterado.

Y lo comunico a usted para su conocimiento y efectos.

Reforma, Libertad, Justicia y Ley
Cuartel de mi División, Huitzilac, Morelos, marzo 2 de 1916
El general de División

Suplico a las autoridades tanto civiles como militares den toda clase de garantías en su persona e intereses al señor don Vicente Navarro, quien va a Lerma para comprar forrajes para esta brigada de mi mando.

Constitución y Reformas
México, 18 de marzo de 1916



A quien corresponda

[Al margen un sello que dice:] Ejército Constitucionalista
Cuerpo de Ejército de Oriente
Preboste general

En la ciudad de México, a las cuatro de la tarde del día veintidós de marzo de mil novecientos dieciséis, el ciudadano teniente coronel Rafael de la Vega, secretario del ciudadano preboste general, actuando por ministerio de la ley, en lugar del ciudadano preboste general, coronel licenciado J. Luis Patiño, en virtud de ausencia de éste, determinó: que en cumplimiento de las órdenes verbales que ha recibido del ciudadano general Alfredo Rodríguez, jefe del Estado Mayor del ciudadano general de División don Pablo González, se proceda sumariamente a instruir la averiguación respectiva, acerca de la responsabilidad que parece resultar contra el llamado general Vicente Navarro, por el delito de rebelión y por el de traición, consistente en la emboscada que se intentó perpetrar en los primeros días del corriente mes contra la persona del ciudadano general Pablo González, en jefe del Ejército de Oriente.

En seguida, presente el ciudadano Vicente Navarro, previos los requisitos legales, dijo llamarse como se ha escrito; ser originario de Contreras, Distrito Federal, y vecino de esta ciudad, con domicilio en la primera calle de la Magnolia número cuatro, soltero, comerciante, de treinta años de edad. Interrogado en forma y al tenor de los hechos que motivan esta averiguación, declaró: que le sirvió al llamado Gobierno de la Convención con el grado de general de División, el cual obtuvo últimamente; que se separó de las fuerzas convencionistas probablemente por los meses de octubre a diciembre del año próximo pasado; que desde entonces ha vivido en esta ciudad, sin separarse de ella para nada; que ha hecho dos viajes a la ciudad de Lerma, uno de los cuales tuvo verificativo hará aproximadamente un mes, habiendo llevado una comisión del señor de la Huerta, subsecretario de Gobernación, a quien después de cumplida, le rindió el parte respectivo; y el segundo viaje tuvo lugar el domingo diecinueve de los corrientes, con el fin de comprarle forrajes al señor general Mariel, a cuyo efecto éste iba a expedirle un salvoconducto que exhibe el que habla sin la firma del señor general comandante militar, aunque escrito en papel con el sello de aquella oficina, explicando que no le alcanzó el tiempo para recabar la firma del referido funcionario; que además, hará próximamente unos veinte días, el que habla acompañó al señor general de División don Pablo González en el viaje que hizo éste a La Cima, con el fin de conferenciar allí con el general Francisco V. Pacheco, y con el fin de estudiar la forma en que éste pudiera rendirse a las fuerzas constitucionalistas; que la idea de verificar estas conferencias con el indicado fin fue precisamente del que habla, quien en esta forma quiso ayudarle al señor general González; que, por el día veinte de febrero último, el que habla habló con el señor general González relativamente al proyecto de conferenciar con Pacheco, y supo entonces el que habla que a un correo que venía de Huitzilac, le habían sido recogidas dos comunicaciones, de las cuales una venía dirigida al señor general González y la otra al que habla, y que en esta última, el general Pacheco le decía al declarante que deseaba conferenciar con el señor general don Pablo González y que le encargaba al que habla que acompañase a aquél, con el fin de ver si era posible llegar a un arreglo para que él se rindiera; que el día en que tuvieron lugar las mencionadas conferencias, el que habla acompañó al señor general González hasta el punto llamado La Cima, y que por orden del referido jefe, el que lleva la voz se dirigió a hablar con el general Pacheco, quien le interrogó sobre la cantidad de fuerzas que llevaba consigo el general González, a lo que el que habla contestó que sí llevaba bastante fuerza, pero que ésta se había quedado a una cierta distancia; que Pacheco tenía la pretensión de que el general González llegara hasta el lugar en que él se encontraba, que era en la mera Cima; que él no cree que Pacheco haya tenido en ese caso mala intención, pero sí suma desconfianza y por eso no quería llegar hasta el sitio en que se encontraba el general González; que por fin se resolvió hacerlo y bajó hasta un llanito que queda al pie de La Cima, en donde por fin tuvo lugar la conferencia entre el general González y Pacheco; que dicha conferencia duro poco más o menos unos veinte minutos y que el que habla no puede decir lo que en ella se haya tratado, porque no estuvo presente ni oyó nada; que después se regresó el que habla con el señor general González a esta ciudad y no volvió a saber más sobre este asunto; que posteriormente no ha vuelto a comunicarse por escrito con el general Pacheco; que no ha tenido conocimiento de que el llamado general Pacheco, ni solo ni en connivencia con otros jefes surianos, haya tramado alguna conspiración o intentado atraer al general González a alguna emboscada, con el fin de apoderarse de su persona; que lo único que supo, y eso por el señor general Mariel, fue que el general Pacheco y Genovevo de la O habían tenido un grave disgusto y que aun habían matado al correo que traía las comunicaciones al general González. Se le llamó la atención al detenido acerca de la ninguna verosimilitud que tiene su afirmación de que ignora el lazo que se le pretendió tender al señor general González en las precitadas conferencias, por los generales Francisco Pacheco y Genovevo de la O, supuesto que este acontecimiento ha sido de pública notoriedad en la ciudad de México, habiéndose publicado la noticia en todos los periódicos que circulan, a lo que se limitó a contestar: que vive completamente alejado de la política y de los negocios públicos y que ni los periódicos lee, en virtud de sus malas circunstancias pecuniarias; que insiste en no haber tenido el menor conocimiento de estos hechos, no obstante habérsele mostrado la publicación que se hizo en el número 508 del periódico El Pueblo, de fecha diecinueve de los corrientes; que anteriormente a la comunicación que, cómo ha dicho, recibió del general Pacheco, el que habla le había escrito a éste invitándolo a rendirse y a terminar la lucha; que si estaba en relaciones con los jefes surianos, era con autorización del general González; que el que habla niega en absoluto haber estado en connivencia con los generales Pacheco y De la O en el proyecto de éstos para atraer a una emboscada al señor general González, porque en tal caso esa emboscada tenía que afectarle también a él, que se encontró presente en dichas conferencias. En este acto se le llamó la atención al detenido sobre las graves presunciones que existen en pro de su culpabilidad como uno de los autores de delito de traición que pretendía perpetrarse en la persona del señor general González, atrayéndole a un lazo, con el pretexto de aquellas conferencias en las que tomó parte el mismo Vicente Navarro, habiendo sido el primero que habló con el general Pacheco y habiendo sido también, según su propia confesión, el autor del proyecto de que se celebrasen dichas conferencias; a lo que contestó Vicente Navarro: que él concurrió de todo corazón para que se llegara a un arreglo y que el mismo señor general González puede decir los términos en que el que habla se expresó con él relativamente a sus deseos de que quedara terminada la lucha y a que se buscara la forma de la rendición de Pacheco y de sus fuerzas; que no tiene más que agregar a lo dicho y que en lo expuesto se ratifica previa lectura de su declaración, firmando al margen de cada una de las fojas en que se ha escrito; quedando impuesto debidamente de cuál es el motivo de su detención.

A continuación se procedió a ampliarle su declaración al detenido ciudadano Vicente Navarro, cuyas generales constan y previos los requisitos legales, a preguntas especiales, declaró: que el día primero de diciembre del año próximo pasado, se encontraba ya en esta ciudad y que en esa fecha ya estaba amnistiado, pues le fue expedido su salvoconducto el día quince de septiembre último; que en la fecha referida no estuvo, el que habla tuvo conocimiento de que el general Rafael Castillo y el coronel Secundino López iban a rendirse, porque el que habla se encontraba en la Comandancia Militar cuando el señor general Mariel recibió el parte respectivo; que el que habla no ha ordenado el desarme del referido coronel Secundino López; en este acto rectifica su dicho, en el sentido de que sí conoce "Puente de Piedra" y que allí tuvo su campamento por los meses de octubre y anteriores del año próximo pasado, pero que repite que el día primero de diciembre estaba en esta ciudad; que efectivamente es cierto que el que habla le rindió al general Pacheco un parte relativo a la rendición de Rafael Castillo y Secundido López, cuya copia se le muestra al que habla en el documento de fojas una, pero que dicho parte fue rendido por el que habla en fecha anterior; que el que habla cree que dicho parte debe haber sido rendido en el mes de octubre último; y llamándosele la atención al detenido acerca de que, aunque el parte lo hubiese rendido en el mes de octubre, siempre resultaría que el que habla estaba traicionando al gobierno constitucionalista, puesto que en dicho mes, el que habla ya había sido amnistiado, y posteriormente a esa amnistía, seguía en comunicación con el general Pacheco, y le rendía a éste partes relativos a la rendición de los jefes convencionistas, a lo que contestó: que el parte que ha reconocido, el que habla lo rindió no en la fecha que tiene puesto, sino en una fecha anterior a la de su amnistía y que no se explica por qué en la copia que se le muestra tiene una fecha posterior. Que conoce el que habla al capitán M. O. Campoamor; que reconoce los dos recados que en copia se le muestran bajo el documento de fojas dos, suscriptos por M. O. Campoamor y que dichos recados tuvieron por objeto conferenciar con Campoamor con el objeto de verificar la rendición del que habla; que conoce al general Pablo Vértiz, del pueblo de San Nicolás Totolapam, pero no es cierto lo que éste afirma en el parte que se le muestra al que habla bajo el documento número tres, relativo a que el declarante haya ordenado a sus fuerzas que saquearan la fábrica de Contreras y que dicho saqueo fue efectuado por el mismo general Pablo Vértiz; que reconoce el documento que se le muestra de fojas cuatro, que es una carta que le fue remitida el día dos de diciembre último por el capitán M. O. Campoamor; que reconoce el documento que se le muestra de fojas cinco, en el que con fecha de diciembre 12, último, le rinde un parte al general Francisco V. Pacheco, dándole disculpas en lo relativo al saqueo de la fábrica de Contreras efectuada por la gente del general Pablo Vértiz; que el que habla rindió este parte antes de venirse para la ciudad de México, pues advierte que su salvoconducto no le fue entregado sino hace apenas unos quince días; que reconoce igualmente el documento que se le muestra de fojas seis, el cual es una carta u oficio que le fue dirigido por el general Pacheco, en contestación al anterior oficio del que habla relativo a los hechos del general Pablo Vértiz, agregando que efectivamente estaba autorizado por Pacheco para tener conferencias con los jefes constitucionalistas, y esto con el objeto de obtener la rendición del general Pacheco; impuesto del documento de fojas siete, dice que no lo reconoce porque no le fue dirigido y que es cierto que el que habla estaba a la expectativa de las fuerzas constitucionalistas, pero que lo hacía de buena fe y que la prueba de ello es que el que habla vino a rendirse; que reconoce el documento que se le muestra de fojas siete bis y que es verdad que le dijo al general Pacheco que estaba libre el paso a México y que se les iba a meter bonito a los constitucionalistas para que no los atacaran, y por último, que iba a hacer lo posible por hablar con Pablo González y que todo se lo comunicaría a Pacheco; que esto no quiere decir que el que habla haya sido un espía en las fuerzas constitucionalistas, sino que se vio obligado a obrar así, en virtud de que Pablo Vértiz lo estaba vigilando; que reconoce el documento que se le muestra de fojas ocho, carta u oficio en el que el general Pacheco le da sus instrucciones relativamente a que le ponga el que habla con su gente una buena celada al general Pablo González, y se le ofrece al que habla un premio por este servicio y el de que también entregue a Miguel Cortés Ordóñez, a lo que el que declara manifiesta que, si procedió así, fue en virtud de que todavía no se había venido y que estaba vigilado por Pablo Vértiz; que reconoce la carta que se le muestra bajo el documento de fojas nueve, en la que el que habla le comunica al general Francisco Pacheco haber recibido una carta del señor general Pablo González, de la que le adjunta copia, noticiándole que sale a conferenciar con él hasta Mixcoac; que dicha carta y todos los documentos anteriores no demuestran que el que habla haya estado desempeñando dos papeles y que haya estado traicionando a la confianza del señor general González, sino que, por el contrario, una vez que se convenció el que habla de la sinceridad y buena fe del señor general Pablo González, se resolvió a venirse y a solicitar su amnistía; que reconoce la carta que se le muestra bajo documento número diez, la cual es copia de la que recibió del señor general Pablo González, de fecha catorce de diciembre; que ya después de haber recibido esta carta fue cuando tuvo lugar la conferencia del que habla con el señor general González, conferencia que dio por resultado la rendición del declarante; que reconoce también el documento de fojas once y conviene en que hasta ese momento, fecha quince de diciembre de mil novecientos quince, el que habla efectivamente le había seguido siendo fiel al gobierno de la Convención y al general Pacheco, que era el ministro de la Guerra, pero que ya después de haber hablado con el señor general Pablo González, satisfecho de la sinceridad de éste, determinó venirse a amnistiar y romper en definitiva con la Convención ; que desconoce en absoluto el contenido del documento de fojas doce, que le fue dirigido el día quince de diciembre al general Pacheco por Pablo Vértiz; que igualmente desconoce el documento que se le muestra de fojas trece, en el cual el general Pacheco, llamado ministro de la Guerra, le da parte al llamado general Emiliano Zapata de las conferencias que el habla estuvo celebrando con el señor general Pablo González, del resultado de dichas conferencias, de los documentos relativos, y por último, de que Pacheco le tenía recomendado al que habla que les hiciera a los jefes constitucionalistas una traición para salir avante en su empresa; que es verdad que el general Pacheco le tenía dadas al que habla todas esas instrucciones, pero que el que habla no las cumplió sino que ha sido leal con el señor general González, desde la fecha en que fue amnistiado por éste y se vino a rendir; que reconoce el documento que se le muestra de fojas catorce y que efectivamente recibió el original de esta comunicación que le fue remitida por el general Pacheco a dieciséis de diciembre último, pero que el que habla desobedeció todas esas órdenes del general Pacheco viendo la finura del general González y la lealtad con que lo trató; que no recuerda a punto fijo la fecha en que se vino definitivamente para la ciudad de México, pero que debe haber sido unos tres o cuatro días después; que no tiene el que habla conocimiento alguno de documento de fojas quince, pues éste le fue remitido por el general Pacheco a Pablo Vértiz; que es cierto que el que habla tenía conocimiento de que el proyecto del general Pacheco era lograr que las fuerzas convencionistas volvieran a las posiciones que antes tenía, y al mismo tiempo ver si se le podía tender algún lazo al general González, pero que, desde el momento en que el que habla se convenció de la sinceridad de éste, desistió de tales propósitos y se rindió con toda buena fe; que reconoce el documento que se le muestra de fojas dieciséis y que el original le fue remitido por el que habla al general Pacheco con fecha veintidós de diciembre y con el coronel Epigmenio Enríquez; que este coronel estaba vigilando al que habla y para evitar que lo traicionase, le remitió con ese oficio al general Pacheco, para quitárselo de encima y tener libres sus movimientos para su rendición; que desconoce en absoluto el contenido del documento de fojas diecisiete, que le fue remitido al coronel Epigmenio Enríquez por el general Pacheco con fecha veintinueve de diciembre último, y que se supone el que habla que dicha comunicación le habrá sido remitida a Enríquez después de la rendición del que habla; que en cuanto se refiere al documento que se le muestra de fojas dieciocho, el que habla manifiesta que, como ya lo ha expresado, le es enteramente desconocido y que no tomó participación alguna en la traición o emboscada a que el general Pacheco pretendía atraer al señor general González. Se le hizo notar al detenido nuevamente, que su dicho está en contradicción, no solamente con todos los documentos que se le han mostrado y que él ha reconocido, sino que también con los hechos subsecuentes, ya que éstos demuestran notoriamente que el acusado estaba en connivencia con el general Pacheco, pues de no ser así, el acusado se hubiera debido rehusar a acompañar al general González en aquellas conferencias, y sobre todo a ir él de avanzada a conferenciar con el general Pacheco, exponiéndose a que éste lo hubiese en el acto mandado fusilar sin más averiguación; y que el solo hecho de que el general Pacheco, después de la rendición del acusado, al tener a éste en sus manos, lo hubiera dejado con vida, es la mejor prueba de la complicidad de Navarro en los planes de los jefes surianos contra el general González. El acusado contestó a estos cargos, que ya ha explicado anteriormente su comportamiento y que protesta nuevamente haberle sido leal al general González y no haber tenido connivencia con Pacheco en la traición que se fraguaba; y que le extraña mucho no ver entre los documentos que se le han mostrado, una carta que le dirigió al general Pacheco haciéndole ver que debía hacerse cesar la guerra fratricida y entrar en arreglos de paz. Se le hizo notar también al acusado que, en su primera declaración, negó en absoluto tener noticia de la traición fraguada contra el general González, por Pacheco; y que ahora después, ya en vista de los documentos, que se le han mostrado, el acusado ha tenido que confesar que sí tenía noticias de los planes del general Pacheco; a lo que el acusado contestó que sí la tenía en efecto pero que estos planes eran anteriores a la fecha en que el declarante se rindió y que ya ahora nuevamente el que habla nada ha sabido, y que él estaba en la creencia que el general Pacheco estaba resuelto a rendirse. En lo expuesto se ratificó previa lectura y firmó al margen de cada una de las fojas.

Con lo que se cerró esta acta que autorizó el suscripto para dar cuenta con ella a la superioridad. Doy fe, y de que en este acto y antes de firmarse la presente, el acusado Vicente Navarro manifestó su deseo de rectificar el punto relativo a Rafael Castillo y Secundino López, haciendo notar que hará unos quince días, hallándose el que habla en la comandancia militar, fue cuando supo nuevamente que el general Rafael Cedillo pretendía rendirse y entonces el que habla, de acuerdo con el general Mariel, le envió una carta a Rafael Castillo, diciéndole que se viniera, convencido el que habla de los buenos propósitos y la legalidad que existe en los jefes constitucionalistas; y que insiste en repetir que él ignoraba en absoluto los nuevos planes que tenían fraguados los generales Pacheco y De la O ; y que por último el propósito del que habla era que la conferencia proyectada entre los generales González y Pacheco tuviera lugar por la vía telefónica, a fin de evitar así alguna traición; y que si fue con el general González a la conferencia, fue en virtud de que, así lo determinó el señor general González, al enterarse de las comunicaciones que el general Pacheco les había mandado al que habla y al mismo señor general González. En lo expuesto se ratificó nuevamente previa lectura y se cerró esta acta, autorizándola el suscripto para dar cuenta. Doy fe.--------

Rafael de la Vega [rúbrica]
Carlos D. Curtis [rúbrica]

[Lo siguiente aparece manuscrito:] México, cinco de abril de mil novecientos dieciséis. Al C. asesor. Lo proveyó y firmó el C. general Francisco de P. Mariel, comandante militar de la plaza. Doy fe.


[Al margen un sello que dice:] Ejército Constitucionalista
Cuerpo de Ejército de Oriente
Preboste general

C. general Alfredo Rodríguez
Jefe del Estado Mayor del Cuerpo de Ejército de Oriente

El suscripto, en cumplimiento de las respetables órdenes de esa superioridad, ha practicado sumariamente la averiguación relativa a la responsabilidad que le resulta al llamado general convencionista Vicente Navarro, por los delitos de rebelión y de traición que en los primeros días del corriente mes intentaron perpetrar contra el C. general de División don Pablo González, los llamados generales Francisco V. Pacheco y Genovevo de la O.

De lo actuado resulta, en síntesis, lo siguiente:

En primero de diciembre de mil novecientos quince, el llamado general Vicente Navarro, al servicio de la Convención, le rindió parte al supuesto general Francisco V. Pacheco, llamado ministro de la Guerra, de que había ordenado el desarme del coronel Secundido López, en virtud de que éste y el general Rafael Castillo pretendían rendirse al gobierno constitucionalista. (Documento de fojas una, reconocido por el acusado.) Éste confiesa que tuvo conocimiento de esa rendición, en el despacho de su rendición al constitucionalismo y de haber obtenido su amnistía.

La explicación que da el acusado, de ninguna manera es satisfactoria, puesto que el salvoconducto expedido a favor de Vicente Navarro, tiene fecha 15 de septiembre último; y aunque así no fuese, siempre resultaría que Vicente Navarro, después de haber sido amnistiado y aprovechándose de la confianza que el constitucionalismo le otorgaba, tomaba nota de todos aquellos hechos relativos a las fuerzas convencionalistas y los comunicaba al general Pacheco, por medios que no han podido averiguarse. Así pues, desempeñaba, a todas luces, el oficio de espía convencionista, y esto después de haberse rendido al gobierno constitucionalista y de haber obtenido su amnistía, protestando solemnemente no hacer jamás armas contra el propio gobierno ni inmiscuirse en asuntos que directa o indirectamente atentaran contra su estabilidad.

La forma en que Vicente Navarro se rindió al constitucionalismo, consta en los documentos de fojas dos a dieciséis, los cuales, en lo esencial, han sido reconocidos por el acusado.

Según parece, las primeras conferencias tuvieron lugar por conducto de un capitán llamado M. O. Campoamor, las cuales excitaron desde luego los celos y la desconfianza del jefe convencionista Pablo Vértiz. Éste se quejó con Francisco V. Pacheco de los procedimientos de Navarro, a quien acusó de que pretendía rendirse y además de que había ordenado el saqueo de la fábrica de Contreras. Navarro, a su vez, acusó ante el general Pacheco a Pablo Vértiz del saqueo referido.

Viene en seguida un periodo que comprenden la primera quincena del mes de diciembre último, durante el cual el acusado Vicente Navarro desempeña un papel repugnante y odioso, en el que no puede definirse a ciencia cierta, si le es fiel a la llamada Convención, a quien sirve en el grado de general de División, o si le es leal al gobierno constitucionalista, a quien le ha prometido rendirse y solicitar su amnistía.

Vicente Navarro, durante este periodo, sostiene una doble correspondencia de espionaje y de traición, por una parte con el llamado general Francisco V. Pacheco, a quien le da parte minuciosamente de todos y cada uno de los actos de las fuerzas constitucionalistas; y por la otra con éstas, sosteniendo una correspondencia con el señor general de División don Pablo González.

Salta a la vista que las mentidas promesas de rendirse por parte de Vicente Navarro, y los ofrecimientos de este mismo jefe de que laboraría en pro de la rendición del llamado general Francisco V. Pacheco, no tienen otra finalidad que la de captarse así la confianza del C. general en jefe del Cuerpo de Ejército de Oriente, para atraerle a una artera y cobarde emboscada, para apoderarse de su persona y privar así al Ejército Constitucionalista de uno de sus más prestigiados jefes.

No se trata en este caso de una simple inferencia ni de una gratuita suposición, sino de un hecho verdadero y real, que se encuentra demostrado con el documento que obra a fojas ocho de estos autos en el que se contiene una comunicación dirigida por Francisco V. Pacheco al acusado Vicente Navarro, en la que le dice textualmente:

Por otra parte, quedo enterado de que el general Pablo González desea hablar con usted pues mucho gusto me daría que pusiera usted con su gente una buena celada, a fin de que por engaños de que yo estaba allí, lo sacara para un lugar en donde se les pudiera hacer algo, de lo cual alcanzaría usted el verdadero premio que en realidad merece.

Este documento ha sido reconocido también por el acusado, quien no niega haber tenido conocimiento de los proyectos de su jefe ni tampoco haberse hecho solidario de ellos lo que por otra parte han demostrado hasta la evidencia los hechos subsecuentes.

Por otra parte, también existe el documento de fojas trece, que contiene la comunicación que Francisco V. Pacheco le dirige al llamado general en jefe Emiliano Zapata, en el que le da cuenta en los siguientes términos, de la misión que tiene a su cargo el acusado Vicente Navarro: "Por lo tanto, él continuamente está en comunicación directa con esta secretaría de mi cargo, y al mismo tiempo le he dado instrucciones para que por los medios que estén a su alcance procure hacerles una traición y salir avante de su empresa".

Además, en la comunicación de fojas catorce dirigida por el general Pacheco al acusado Vicente Navarro, se le previene a éste que arregle con el enemigo (el constitucionalismo) que retire sus fuerzas de sus actuales posiciones, a fin de que éstas, por medio de un plan adecuado, sean ocupadas por las fuerzas convencionistas.

Así pues, por medio de las conferencias que la magnanimidad del señor general González le concedía a Vicente Navarro, éste, en connivencia con el general Pacheco, pretendía mejorar las posiciones de sus fuerzas, mientras se presentaba una oportunidad favorable para realizar la obra de traición y de perfidia que entre ellos estaba concertada.

El desenlace se imponía en la forma en que realmente tuvo lugar: no encontrando el traidor Vicente Navarro otra forma apropiada para realizar su obra, fingió rendirse y obtuvo su carta de amnistía de la generosidad del señor general don Pablo González. Llegó a la ciudad de México y ya en ella procuró por todos los medios captarse la confianza de los jefes constitucionalistas, a fin de sorprender sus secretos y aprovecharlos en pro de la causa convencionista. Así fue como, instalado en la Comandancia Militar de la Plaza, aprovechaba Navarro hábilmente las noticias que llegaban a esta oficina, para comunicarlas a sus superiores a fin de que estos tomasen las medidas indispensables.

Ninguno de estos hechos, en lo esencial, ha sido negado por Vicente Navarro en sus declaraciones. El acusado, en virtud del interrogatorio que le fue formulado, se ha visto precisado a confesar que sostenía constante correspondencia con Francisco V. Pacheco, a quien le daba parte de todos los actos de los jefes constitucionalistas; que conocía los planes de traición urdidos por Pacheco y que tomaba parte en ellos; y que sólo esperaba una oportunidad favorable para consumar la obra.

La defensa del acusado consiste en afirmar que, tan pronto como tuvo oportunidad para tratar al señor general don Pablo González, fue seducido por la nobleza de carácter de éste y por la lealtad de sus procedimientos; y en vista de eso, desistió de sus anteriores propósitos, abjuró sinceramente de su profesión de fe convencionista y con toda lealtad se retiró a la vida privada y suspendió toda clase de correspondencia con los jefes surianos.

Sin embargo, la lealtad es imposible para los hombres que no están organizados para ella. Vicente Navarro, que había vivido en un ambiente de espionaje y de traición, no podía ser leal ni siquiera para imitar el ejemplo que le había dado el honorable jefe constitucionalista a quien pretendía traicionar.

Los hechos, con su irrecusable lógica, demuestran que Vicente Navarro, lejos de haber desistido de sus anteriores propósitos, más que nunca insistía en ellos y solamente buscaba una oportunidad favorable para realizarlos.

Esta oportunidad el mismo acusado la buscó, pues por su propia confesión consta que de él mismo nació la idea de que tuviese lugar una conferencia entre el C. general en jefe del Cuerpo de Ejército de Oriente y el convencionista Pacheco. Navarro intervino en todos los actos preparatorios de esta conferencia hasta el punto en que, por virtud de las comunicaciones que se recibieron juntas del general Pacheco para el acusado y para el señor general González, éste determinó que tuviesen lugar el domingo 5 de los corrientes en La Cima. A ese lugar acudió con su reconocido valor el jefe constitucionalista y tuvo lugar la conferencia premeditada por Pacheco y sus cómplices, conferencia a la que asistió Vicente Navarro.

Sin embargo, no pudieron éstos realizar su intento, ahora porque les faltó para ello la resolución necesaria; ahora porque el heroísmo del general González se impuso sobre la perfidia y cobardía de sus enemigos. Éstos, quizá esperando mejor oportunidad, se retiraron por aquella vez.

La efectividad de la acechanza dirigida contra el señor general González está plenamente comprobada con la comunicación constante a fojas dieciocho en la que Francisco V. Pacheco se dirige al llamado general Genovevo de la O, dándole cuenta de sus proyectos y pidiéndole su concurso para la captura del jefe constitucionalista.

Vicente Navarro ha intentado negar su participación en el infame complot; mas en vano, pues su culpabilidad está plenamente comprobada. La demuestran, en primer lugar, todos los antecedentes del acusado; toda la doblez de que dio muestras, durante el periodo en que sostuvo una doble correspondencia con su jefe inmediato y por otra parte con el general constitucionalista a quien pretendía engañar. Lo demuestra el hecho mismo de su rendición. Lo demuestra la circunstancia, muy digna de tomarse en cuenta, de haber sido el mismo Vicente Navarro el autor del proyecto de conferencias entre el señor general González y Francisco V. Pacheco. Lo demuestra el hecho de haber aceptado Vicente Navarro la invitación del señor general González a acompañarle en esa conferencia; y el de haberse atrevido, con una audacia sin ejemplo, a presentarse él sólo y en una avanzada terriblemente peligrosa, ante el jefe convencionista a quien había simulado traicionar. Lo demuestra, por último, la circunstancia evidente de que este jefe, el general Francisco V. Pacheco, haya dejado a Vicente Navarro retirarse impunemente, cuando tenía en su mano una oportunidad de ejercitar en el subordinado que le había sido traidor, alguno de esos actos de suprema ferocidad que les son habituales a los jefes convencionistas.

En tal virtud, no debemos vacilar un punto en considerar como plena y absolutamente comprobada la culpabilidad de Vicente Navarro en los delitos de rebelión y de traición que se le imputan.

Estos delitos son de tal gravedad, de tan extraordinaria trascendencia, supuestas las circunstancias todas que en él concurren, que no hay sino una pena, la capital, que sea suficientemente justa y represiva para castigarlos.

Por lo tanto y como una consecuencia de todo lo expuesto, el suscripto se permite someter a esa superioridad la siguiente conclusión:

Debe declararse culpable al acusado ex general convencionista Vicente Navarro, por los delitos de rebelión y de traición consistentes en haber pretendido atraer a una emboscada al señor general de División don Pablo González, para apoderarse de la persona de éste. Por los referidos delitos, debe aplicarse al acusado la pena capital, dejando abierta esta averiguación contra los demás coautores, cómplices y encubridores de estos delitos, para proseguirla cuando se logre su captura.

Ésta es la opinión que el suscripto somete a esa superioridad y con la que se dignará conformarse si la cree arreglada a derecho, protestándole mi subordinación y respeto.


Constitución y reformas

México a veintidós de marzo de mil novecientos dieciséis.
Rafael de la Vega [Rúbrica]

Copia
Ciudadano General de División don Pablo González

Vicente Navarro, con domicilio en la primera calle de la Magnolia número cuatro, ante usted, muy respetuosamente, comparezco manifestando: que milité en las filas zapatistas con el grado de general de División, pero que una vez que me di cuenta de que ya no era conveniente continuar una lucha por demás inútil, me rendí ante usted con la gente que estaba a mis órdenes, entregando parque, armas y demás objetos, así como prometí bajo mi palabra de honor no volver a tomar las armas en contra del EJÉRCITO CONSTITUCIONALISTA, en esta virtud ocurro.

A USTED, ciudadano general, suplicándole ordene se me expidan los documentos correspondientes a la amnistía que de hecho ya la tengo por las razones anteriores.

Protesto mi atenta consideración y respeto.

México, veintiséis de febrero de mil novecientos dieciséis.

Vicente Navarro [Rúbrica].


Copia

Este Cuartel general hace constar que el señor Vicente Navarro, que tuvo el grado de general en las fuerzas del llamado Gobierno de la Convención, ha quedado amnistiado de acuerdo con el decreto expedido en Guadalupe Hidalgo por el general de División Pablo González.

En tal virtud las autoridades constitucionales así civiles como militares están obligadas a darle toda clase de garantías en su persona e intereses al mencionado señor Navarro, quien ha protestado solemnemente no hacer jamás armas contra el Gobierno Constitucionalista ni inmiscuirse en asuntos que directa o indirectamente atenten contra la estabilidad del propio gobierno.

A petición del interesado se extiende la presente en la ciudad de México, a los quince días del mes de septiembre de mil novecientos quince.

Constitución y Reformas
EL JEFE DE ESTADO MAYOR
General

 

Al C. Vicente Navarro. 1 a de la Magnolia 4. Ciudad

[Al margen un sello que dice:] Ejército Constitucionalista
Juzgado 2 o de Instrucción Militar.

[Al margen:] Acuerdo del C. juez para que se remita la causa a la Comandancia Militar pidiendo ampliación dictamen del asesor.

La Plaza de México, a los doce días del mes de abril de mil novecientos dieciséis, siendo las cuatro y media de la tarde. Doy cuenta al ciudadano juez segundo de Instrucción Militar, coronel licenciado Miguel Román, con las presentes diligencias y dijo: fórmese expediente y apareciendo que el dictamen del asesor que sirve de orden de proceder no expresa si la causa debe instruirse conforme a la ley de 25 de enero de 1862, elévense estos autos al ciudadano general comandante militar de la plaza, para que si a bien lo tiene y con objeto de que quede determinado el procedimiento que se debe seguir en la presente averiguación, se sirva disponer se amplíe el dictamen expresado en el sentido de si debe ajustarse la tramitación de esta causa a la citada ley de 25 de enero de 1862. Así lo proveyó. Doy fe...

Miguel Román [rúbrica] Francisco Espinosa, secretario [rúbrica]

Razón.

En trece del mismo abril y en treinta y siete fojas útiles se remitieron estos autos a la superioridad como está mandado. Conste [rúbrica].

México, abril quince de mil novecientos quince. Al asesor. Lo proveyó y firmó el C. general Francisco de P. Mariel, comandante militar de la plaza. Doy fe.

México, Abril diez y siete de mil novecientos diez y seis. Al asesor. Lo proveyó y firmó el C. general Agustín Millán, comandante militar de la plaza. Doy fe.

Agustín Millán [rúbrica] Francisco de P. Mariel [rúbrica]

Razón de recibo.

Recibida esta causa compuesta de treinta y nueve fojas útiles, el veinticinco de abril de mil novecientos dieciséis a las once de la mañana daré cuenta. Conste [rúbrica].

[Al margen un sello que dice:] Ejército Constitucionalista. Juzgado 2o. de Instrucción Militar. Auto inicial.

En la plaza de México, a los veintiún días del mes de abril de mil novecientos dieciséis. Siendo las once y media de la mañana daré cuenta al ciudadano juez segundo de Instrucción Militar Coronel Licenciado Miguel Román con las presentes diligencias y dictámenes asesorados de fojas una y treinta y nueve, dijo: vistas dichas órdenes de proceder dictadas por la superioridad, con fundamento en el artículo 6o. reformado de la ley de 25 de enero de 1862, ábrase la averiguación. Sumarísima, practicándose en el término de sesenta horas cuantas diligencias fueren posibles con intervención del Ministerio Público, contándose dicho término desde el momento en que el procesado sea puesto a disposición de este juzgado, inscríbase el proceso en el libro de gobierno. Acúsese el recibo correspondiente y dense las partes de iniciación.

Razón:

En seguida se tomó razón en el libro de gobierno bajo el número ciento siete, 107; se acusó el recibo correspondiente y se dieron los puntos de iniciación.

Notificación. En seguida presente y notificado el Ministerio Público, dijo: lo oye y firma.

Razón:

En seguida se agrega el oficio número cinco mil cuatrocientos cuarenta y siete del director de la Penitenciaría en el que se comunica la fuga del procesado Vicente Navarro, el cual oficio se transcribió a la Comandancia Militar.

Razón:

En seguida se agrega el oficio número doce mil quinientos ochenta de la comandancia la que pide informe sobre si por parte de este juzgado se pidió al procesado, el cual informe se le rindió con toda oportunidad. Se cerró el acta del día. Doy fe...

Miguel Román [rúbrica] Francisco Espinosa, secretario [rúbrica]

Razón:

En dos de mayo de mil novecientos diez y seis, se agrega el oficio número siete mil ochocientos noventa y seis del Supremo Tribunal Militar. Conste [rúbrica].
[Al margen un sello que dice:] Comandancia Militar de México

C. General Comandante Militar de la Plaza

El suscrito asesor, en las diligencias practicadas en contra del ex general convencionista Vicente Navarro por los delitos de rebelión y traición, opina, salvo el más acertado parecer de usted que debe dictarse el siguiente acuerdo:

"De conformidad con lo pedido por el C. juez instructor, sujétese el procedimiento en la causa que se instruye, a la Ley de Veinticinco de enero de mil ochocientos sesenta y dos y Decreto Número Catorce de doce de diciembre de mil novecientos trece, teniéndose el presente proveído como ampliación a la orden de proceder dictada."

Tengo el honor, mi general, de hacer a usted presentes mi subordinación y respeto.

México 18 de abril de 1916.

El coronel asesor
D. Cosío P. [rúbrica]

 

México, Abril diecinueve de mil novecientos dieciséis. Téngase como formal resolución al dictamen del asesor. Lo proveyó y firmó el C. general Agustín Millán, Comandante Militar de la Plaza. Doy fe.

Agustín Millán [rúbrica] Francisco de P. Mariel [rúbrica]

[Al margen un sello que dice:] Penitenciaría de México. Distrito Federal. Dirección Núm. 5447.

Transcríbase a la Comandancia Militar y agréguese a su causa oportunamente. Abril 18 de 1916. Román [rúbrica].

Recibido el 14 de abril de 1916.

Tengo la honra de manifestar a usted que el día 12 del presente salió a práctica de diligencias el ex general convencionista VICENTE NAVARRO CAMACHO, custodiado por los gendarmes números 142 Juan Torres y 144 Marcelo Reo, sin que hasta hoy hayan regresado ni custodios ni custodiado.

Lo que comunico a usted en virtud de que dicho individuo se encontraba a su disposición.

Protesto a usted mi más atenta consideración.


Constitución y reformas

México, 15 de abril de 1916.

El director delegado Rafael Maza
Cumplido con oficio 1933
Al C. Juez 2o. de Instrucción Militar
GG. Presente

[Al margen un sello que dice:] Comandancia Militar de México. Sección de Justicia. Núm. 12 580.

Contesten lo conducente con los datos que obran en el Juzgado. Abril 18 1916. Román [rúbrica].

Recibido el 18 de abril de 1916, a las 10 am. Conste [rúbrica].

Sírvase usted informar a esta Comandancia Militar en el término de veinticuatro horas, si ese juzgado de su cargo citó al ex "general" Convencionista VICENTE NAVARRO CAMACHO para que fuera conducido a ese juzgado a práctica de diligencias.

Protesto a usted mi consideración.


Constitución y reformas

México, abril 17 de 1916

El general comandante militar

Agustín Millán [rúbrica] Cumplido con oficio 1934 [rúbrica]


[Al margen un sello que dice:] Ejército Constitucionalista. Supremo Tribunal Militar. Sección de Presidencia. Número 7896.

A su causa. Mayo 2 de 1916. Román [rúbrica].

Recibido el 1 o . de mayo de 1916 [rúbrica].

La atenta nota de usted número 1958, de fecha 22 de los corrientes, deja impuesto al Supremo Tribunal Militar de que el día 21 del actual, inició usted proceso contra el ex general convencionista Vicente Navarro, por los delitos de rebelión y traición.

Protesto a usted mi atenta consideración.


Constitución y reformas


México, 25 de abril de 1916

El general magistrado en funciones de presidente [firma ilegible]

Al C. Coronel,

Juez 2o. de Instrucción Militar de esta plaza

Presente

En seis de diciembre de mil novecientos dieciocho dada cuenta con la presente causa al C. juez 2o. de Instrucción Militar, dijo: con fundamento en la fracción primera del artículo cuatrocientos noventa y tres de la Ley Procesal Militar se suspende el procedimiento en la presente causa entre tanto se logra la captura del acusado. Notifíquese. Así se decretó.

En la misma fecha notificado del auto anterior el C. agente del Ministerio Público, enterado dijo lo oye y firma al margen.

Luego se cumplió con lo mandado en el auto anterior y se cerró y autorizó el acta del día. Doy fe.

[Firma ilegible] Castelazo [rúbrica] J. Serrano [rúbrica].

[ 1 ] El apellido Pinal nos ha parecido el más cercano a lo firmado por el asesor, pues con dificultad puede leerse bien, lo que igualmente parece que fue "Prial" o "Proal".

Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, v. 2, 1967, p. 211-247.

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